Edge computing es la práctica de procesar datos físicamente más cerca de su origen.
En pocas palabras... acercar físicamente la potencia de cálculo al lugar donde se generan los datos, al "borde" de un dispositivo o una red.
Muchas tecnologías innovadoras son posibles gracias a la computación de borde, como las ciudades inteligentes, las cirugías a distancia, los vehículos totalmente autónomos y los altavoces domésticos controlados por voz.
Los datos pueden procesarse más rápidamente gracias al aumento del ancho de banda disponible y se garantiza la soberanía de los datos al incorporar la computación de "borde".