Para instalar equipos electrónicos en un tren, éstos deben cumplir determinados criterios ambientales, de choque, vibración, alimentación eléctrica, compatibilidad electromagnética, sobretensión, descarga electrostática y factores transitorios que podrían producirse durante su uso.
Por razones obvias, los sistemas deben ser fiables y capaces de soportar más abusos que un ordenador integrado estándar, sobre todo si se emplean para la telemática, el control del motor u otras funciones críticas dentro del vehículo.